El estar agradecido con la Vida, con Dios y con las cosas que día a día tenemos, vivimos de ellas y sabemos que por ellas estamos bien debe ser un motivo para decir "gracias".
El dar gracias en la buenas y en las malas no cualquiera lo hace, para ello se requiere un alma humilde, que bien disfruta de un día nublado o soleado.
Da gracias por la vida de tus amigos, por los cercanos y los lejanos, por los que están vivos y por aquellos que están pasando por mal momento.
Es en lo momento de crisis y dura prueba donde los amigos llegan sin que se les llame los amigos son aquellos que aun sabiendo nuestros errores y defectos limitantes nos aceptan de manera incondicional.
Así que empieza hoy a dar gracias por aquellas cosas que te parecen insignificantes pero que hacen retumbar el universo.
Un fuerte abrazo
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